jueves, 20 de junio de 2013

Eternamente en nuestra memoria

La Unión, la auténtica Unión Deportiva Salamanca desapareció el 18 de junio de 2013. Lo hizo  debido a las enormes deudas contraídas tras años de penosas gestiones económicas, y también porque un amplio sector de la afición y de la sociedad salmantina, instituciones incluidas, le dieron la espalda cuando más apoyos necesitaba.  Pero el mayor responsable de todo ello tiene nombre, y apellidos; Juan José Hidalgo Acera; quién se negó a aprobar el convenio de acreedores que se había presentado  y, además, el plan presentado por la PAU (Plataforma de Aficionados Unionistas); grupo de unionistas que se había creado con el fin de impedir la desaparición de la entidad blanquinegra.
La Unión, nuestra Unión, club único e irrepetible, ya no volverá más; es un hecho muy doloroso pero que todos los unionistas debemos asumir.  Puede que alguien intente hacer una fotocopia de él, que intenten hacer un club que se haga pasar por él, pero ese o esos clubes jamás serán la Unión; nada ni nadie pueden apropiarse de una historia que no es suya y por tanto no les pertenece.
Los verdaderos unionistas jamás olvidaremos a nuestro club, jamás; pero tampoco olvidaremos quiénes, cómo y cuándo acabaron con la Unión.  De igual manera tampoco perdonaremos a sus responsables, jamás.
La Unión, nuestra Unión, persistirá en el recuerdo de sus fieles seguidores, en nuestra memoria y, mientras un solo unionista siga vivo de alguna forma la Unión también seguirá viva.  Porque la Unión era además de un club de fútbol, un sentimiento, una pasión, que sólo morirá cuando lo haga el último de nosotros, el último unionista.


Por todo ello la Unión, la auténtica Unión permanecerá, para siempre, en nuestra memoria.

Por siempre, ¡¡¡HALA UNIÓN!!!